El 15 de febrero es el día elegido para recordar a todos los niños y niñas que sufren esta enfermedad. Como en cursos anteriores los alumnos del colegio han venido a clase con un pañuelo que se han colocado en la cabeza.
Es un sencillo gesto para concienciarnos de la enfermedad que padecen otros compañeros de nuestra edad y valorar la importancia de tener una buena salud. También es una forma de transmitir nuestro apoyo y esperanza. Apoyo para poder sobrellevar lo mejor posible los tratamientos y los síntomas de la enfermedad y esperanza en que la ciencia podrá alcanzar a curar a más enfermos y con unas técnicas menos invasivas.