A la hora prevista, veintiocho senderistas daban comienzo, desde la localidad de Fiscal, a la salida 401 del Aula de la Naturaleza, una visita, con aires de despedida, a las ruinas de Sasé.
Una mañana soleada y fresca como corresponde a los primeros de otoño, ayudó a los caminantes a ir ganado altura hasta lo que queda de lo que fue un pueblo vivo que se fue despoblando en los años sesenta del pasado siglo.
Paseo nostálgico por sus ruinas para seguir la marcha hacia la ermita de San Miguel y de allí, en rápido descenso, hasta Fiscal, hasta el restaurante Río Ara en donde nuestros amigos los hermanos Bellosta nos tenían preparada una estupenda comida que completó otra gran jornada de convivencia en la naturaleza.
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