Tras algunas bajas de última hora, 23 senderistas comenzaban a caminar desde San Úrbez de Nocito hacia Bentué, primera parada, con un cielo limpio de nubes… que enseguida se aneblaría impidiendo la subida de temperaturas.
Conforme se ganaba en altura, aparecían las primeras manchas de nieve en las orillas de la senda algo embarrada. Los cruces del barranco de Abellada se convertían en una pequeña aventura dado el importante caudal de agua que llevaba.
De Abellada a la pardina de La Torre y a San úrbez -con algún pequeño resbalón- condujo a los expedicionarios de regreso a los coches y a Casa Ortas-Albás donde los esperaba una estupenda comida. Tras la sobremesa con sus brindis por la navidad, el grupo inició el regreso a Huesca. Más imágenes en este enlace.
