La mejor metodología para aprender la ciencia es la práctica. En algunos casos realizando experimentos y estableciendo conclusiones y en otros aplicando lo que hemos aprendido.
Es el caso de los alumnos de la ESO. Los de 2º de la ESO han estado en el laboratorio calculando la masa y el volumen de diferentes objetos. Después han realizado los cálculos necesarios para hallar la densidad de cada uno de ellos.

Los de 1º de la ESO se han convertido en meteorólogos por un día y han explicado los componentes del clima a sus compañeros y los factores que intervienen en él.
